La banda mexicana más importante de los últimos tiempos estrena el segundo sencillo de su álbum Sonidos de Karmática Resonancia. En esta nueva canción no sólo escuchamos la evolución artística de la agrupación, sino también un llamado a la revolución mental y espiritual del ser humano.
Tras su regreso triunfal con “SKR’”, Zoé está listo para conquistar nuevos territorios sonoros y espirituales gracias a “Fiebre”, sencillo en el que demuestra su madurez, ambición artística y que, además, sirve de manifiesto para una revolución espiritual más que necesaria en tiempos tan complejos como los que vivimos.
Esta canción se caracteriza por el dominio estilístico de la agrupación, que ha sabido mezclar géneros tan en apariencia disímbolos como el pop, la electrónica, el college rock y hasta la balada, para entregar una de las composiciones más sólidas de su carrera.
Atmósferas sintetizadas y un arpegio de teclado, sirven como bienvenida a esta melodía, la cual es rápidamente adornada con la voz de León Larregui, quién, con su estilo único, parece estar inmerso en un mantra aparentemente doloroso, pero que, en realidad, luego de un concentrado de voluntad y fuerza, se transforma en un lema de empoderamiento y liberación, mismo que da paso a una poderosa base rítmica, donde el bajo y la batería lucen en todo su esplendor.
“La canción habla del mundo en el que vivimos, esclavizados cada vez más a lo digital, a la nube de información y la adicción que genera la hiperconectividad y la infinita afluencia de información. Con esto cedemos, cada vez más, nuestra atención y privacidad al mundo virtual”, explica León.
Mientras el tema avanza, lo que parecía un canto de desamor se transforma en un himno de liberación mental, con la línea No nos van a callar, no nos van a volver robots… se lanza una clara crítica contra las fuerzas negativas del mundo que tratan de enterrar la luz y la paz del cosmos con sus malas intenciones.
“Fiebre” es acompañada por un video animado donde una serie de diagramas y personajes viven una epifanía conjunta, la cual los lleva a rebelarse contra el sistema que los quiere oprimir. En este caso, el sistema es representado por elementos de maquinarias y edificaciones industriales, las cuales ejemplifican lo grisáceo de su esencia. Sin embargo, la luz de sabiduría obtenida a través de la epifanía comunitaria otorga la capacidad de volver a un mundo más sencillo y bello.
Además de esto, el video cuenta con un sinfín de referencias, tanto a obras pasadas de la banda (las cuales serán disfrutadas por los fans cuando descubran cada una de ellas) como a creaciones de artistas como Paul Laffoley y Pedro Friedeberg.
Con este combo, Zoé deja en claro que el espíritu de su arte, siempre liberador y explorador de nuevos territorios está más vivo que nunca.
La canción fue escrita por León Larregui y la producción corrió a cargo de Craig Silvey, mientras que Diego Vargas es el director del video.